Bajo el cielo más puro de América,
y en la tierra de Ñuflo de Chaves,
¡Libertad! van trinando las aves
de su veste ostentando el primor.
De las flores el mundo galano,
su ambrosía perfumada ofreciendo,
¡Libertad, Libertad! van diciendo
en efluvios de Paz y de Amor.
CORO
La España grandiosa
con hado benigno
aquí plantó el signo
de la Redención.
Y surgió a su sombra
un pueblo eminente
de límpida frente,
de leal corazón.
De entusiasmo y de fe rebosante,
venga el hombre y repita ese coro,
que en el suelo del "árbol del oro"
siempre libre y feliz ha de ser.
Que Natura, en transportes de diosa,
abrir quiso con pródiga mano
en el suelo oriental boliviano
sus mil fuentes de gloria y poder.